viernes, 1 de julio de 2011

CTM pide prohibir ceremonias de graduación

Eventos lujosos no mejoran la educación, empeoran la economía

Por Antonio Franco
Reynosa, Tam.- A escasas horas de que se declare la clausura oficial del ciclo escolar 2010-2011 y se entreguen las boletas de calificación, la creciente inconformidad de los padres de familia por los excesivos gastos de las ceremonias de graduación de los alumnos en las escuelas públicas de educación básica fue expuesta hoy por el secretario de Organización de la Federación de Trabajadores de Reynosa, Salvador Portillo.

El también líder del Sindicato de Trabajadores Carpinteros de la CTM local estableció que por ley debería de prohibirse que en las escuelas de preescolar, primarias y secundarias se lleven a cabo eventos en los casinos y hoteles por el fin de cursos, ya que cada año es el mismo problema, y el sector obrero carece de recursos económicos para hacer estos gastos que desbalancean su economía.

Los trabajadores, es decir los padres de familia están muy gastados, es un gasto excesivo el que se les está obligando a hacer en las escuelas de gobierno por la preparación de las ceremonias de graduación en todos los niveles, denunció el secretario de Organización de la Federación de Trabajadores de Reynosa.

¨Esto está a todos los niveles, estamos hablando propiamente desde jardín de niños hasta los niveles de educación primaria y secundaria, y no se diga en las escuelas preparatorias y universidades¨, agregó el líder sindical cetemista.

Aunque los directores, maestros de grupo y organizadores digan que no es obligatorio asistir a las ceremonias de graduación, con el simple hecho de que algunos alumnos asistan, los demás estudiantes se ven obligados a asistir por no sentirse mal pese al sacrificio que tienen que hacer, y que está fuera de los padres de familia, agregó el dirigente sindical Salvador Portillo.

Estos son gastos que no se pueden hacer porque están fuera del presupuesto familiar, y que no se pueden hacer en estos momentos, comentó, al reiterar el llamado para que sea cambiada la ley, y se prohíba mediante decreto que los alumnos y padres de familia tienen que asistir a las ceremonias de graduación, cuando